Formación y producción, las claves del desarrollo de la comuna Voces Revolucionarias

VENEZUELACOOL.COM.VE - Llegar a la calle Pinto Salinas, en Barrio Unión, ubicado en Artigas, en la parroquia San Juan, no es tan sencillo. El transporte público se desvía en la Tercera Vuelta del Atlántico, dando paso a una caminata por escaleras que conducen a la vía principal.

Edificaciones rodean la carretera, ocultando en su parte posterior terrenos que pasaron de ser baldíos a espacios donde se promueve la soberanía alimentaria bajo un esquema de formación, organización y producción a través de la agricultura urbana.

La comuna "Voces Revolucionarias Sin Fronteras", integrada por 13 Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), administra una parcela en la que se cosecha pimentón, cilantro, ají, cebollín y tomate en camas de cultivo, que son espacios rectangulares delimitados por cercos de madera.

De su cuidado se encarga un grupo de cuatro personas, lideradas por José Peña, miembro del Clap "Unidos por Barrio Unión". Tres años atrás, en 2015, inició el proyecto agrourbano que, actualmente, se consolida como uno de los mejores de la parroquia San Juan.

"Es la columna vertebral del trabajo que se hace en el terreno, viene todos los días. A veces unos se suman, otros se van, pero él es permanente", subraya Oscar Camero, representante del Estado Mayor de los Clap.

Peña, conocido con el mote de "Maestro pueblo", enarbola las banderas de la siembra en la ciudad. Él, como el resto de los comuneros, sostiene que es una solución sustentable a la escasez e incremento desmedido de los precios de rubros alimenticios.

"Necesitamos que más personas se interesen en sembrar. Lo importante es colaborar con la soberanía alimentaria que tanto nos pedía el Comandante Hugo Chávez, así sea poco pero debemos sumar para sacar al país adelante", enfatiza José Peña.

En búsqueda de fortalecer la producción, la comunidad organizada activó un plan de recuperación de espacios ociosos para el cultivo de hortalizas. El objetivo es garantizar el autoabastecimiento del sector.

"Nosotros nos sentimos orgullosos porque la actividad del rescate agrícola es primordial para el país, sobre todo en el momento crítico que tenemos ahorita donde lo más importantes es activar la producción", señala Camero, rodeado de aproximadamente 14 personas vinculadas al trabajo comunal.

El socioproductivo, correspondiente a la estructura del Círculo de Lucha Popular (CLP) 1, fungirá como vitrina del Plan San Juan Siembra Navideña 2018, orientado a incentivar la producción desde las comunidades.

"La idea es que las personas vean que sí se puede sembrar en las comunidades, que sí pueden producir y que sí podemos tener un futuro mejor", indica Johan Meza, activador productivo del eje 1 de la parroquia San Juan.

Del productor al consumidor

Las hortalizas son comercializadas en la comunidad. Sin intermediarios, la cosecha va de la mano del productor al consumidor, garantizando de este modo un precio accesible.

"Tenemos un alimento sin necesidad de ir a buscarlo a la calle, además tenemos la garantía de que es sano, sin venenos o adictivos que afecten nuestra salud", argumenta José Peña.

Con los ingresos obtenidos por la venta de su producción agrícola, adquieren implementos para continuar con la siembra.

Autogestión

No obstante, dando una mirada ocasional a una pizarra acrílica colgada en la blanca pared, Camero señala que "no gastamos ni una puya en materiales", dado que utilizan elementos reciclados como plástico y madera.

Aunque no cuentan con financiamiento, se esfuerzan por mantener los cultivos y potenciar la producción comunal. En esta tarea, la solidaridad y creatividad son claves. Las semillas provienen de huertos vecinos como el de José Peña, mientras que el humus de lombriz cumple el papel de fertilizante.

"Somos agroecológicos, no utilizamos químicos, no envenenamos a la familia venezolana", puntualiza.

Nudos críticos

En el desarrollo de las actividades agrícolas, los productores también han experimentado dificultades. La carencia de una cerca de seguridad facilita la entrada de personas inescrupulosas dedicadas a hurtar las cosechas.

Por otro lado, requieren respaldo para optimizar el sistema de riego de los cultivos, así como para materializar macroproyectos relacionados a la piscicultura (crianza de peces).

En la zona es factible la cría de cachamas. El sector cuenta con una estructura que hasta 1972 sirvió para el suministro de agua a la capital, encontrándose abandonada en la actualidad.

"Está perfecta, solo basta llenarla a un metro de altura para desarrollar la piscicultura. De hacerse, se calcula la producción de 60 toneladas al año de cachama", agrega Camero.

Formación permanente

Sin detener su marcha, en la comuna "Voces Revolucionarias Sin Fronteras" también apuestan por la promoción de jornadas formativas para el empoderamiento de los residentes de Barrio Unión.

En el área agrícola ofrecen talleres teórico-prácticos, que incluyen nueve módulos. En este sentido, Johan Meza, activador productivo del eje 1 de la parroquia San Juan, detalló que entre los contenidos que imparten se encuentran: introducción a la cama de cultivo, mesa de cultivos (semilleros), cultivos en maceta (semilleros), ensemillamiento, así como abono, hidrología y compost.

Lombricultura (cría y reproducción de lombrices) y bokashi (abono orgánico sólido), asociación y rotación de cultivos, huerto integral, plagas, control y fases lunares completan el temario del taller.

"El impulso que hay que hacer en el área productiva es formativo. Es un proceso fuerte porque no estamos acostumbrados a sembrar, pero hay que hacerlo hasta que haya conciencia de que es necesario", destaca Triana Calderón, quien mantiene un pequeño huerto de hortalizas, plantas frutales, medicinales y ornamentales en el patio de su residencia.

En paralelo, se desarrollan talleres de panadería y elaboración de jabones artesanales, especialidades que han fortalecido unidades de producción como la panadería "La Independencia", al tiempo que generan el desarrollo de emprendimientos.

Emprendores comunales

Asumiendo la vanguardia productiva, comuneros como Jessica Verdú ahora dirigen esfuerzos en la expansión de nuevos negocios. Luego de recibir una inducción en uno de los talleres impartidos en el sector, se abrió paso en la fabricación de jabones.

"La producción se resume en aquello que te de una herramienta de supervivencia y autonomía, con el trabajo de Jessica (Verdú) demostramos que el conocimiento prende en las comunidades y que es posible iniciar sus emprendimientos", recalca Oscar Camero, promotor de las jornadas de formación.

Marielis Martínez, del consejo comunal Alfredo Rojas, es otra emprendedora del Barrio Unión. Su fortaleza son las manualidades, actividad que realiza desde una perspectiva ecológica.

"Me enfoco en el reciclaje, en cómo reutilizar materiales de manera que queden funcionales", resalta mientras exhibe centros de mesa, muñecas de trapo y recuerditos elaborados con sus propias manos.

Con la elaboración de bisutería, Jaqueline Carías fortalece la economía comunal. Las piezas que realiza, entre ellas collares, zarcillos y pulseras, son resultado de un trabajo manual y comercializado a precios accesibles para el público femenino.

La comuna "Voces Revolucionarias Sin Fronteras", ubicada en Artigas, forma parte del eje 1 de la parroquia San Juan, compuesta por otras cuatro áreas productivas agrupadas en las zonas de Eucaliptos; El Guarataro-El Calvario; El Silencio-San Martín y San Martín-Los Molinos. Por: Karelis GonzálezFoto: Gregorio Terán
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