Con gran energía, los asistentes, muchos de ellos resguardándose de la lluvia, dieron la bienvenida poco antes de las 9:00 de la noche al grupo Malanga, que prometió ponerle calor a la noche iniciando su presentación con el famoso Dejé las llaves del rockero Pablo Dagnino.

Por casi 40 minutos, un intenso público coreó los temas de la banda, entre ellas las ineludibles Faltarán mil copas, el tema especial compuesto para la Selección Nacional de Fútbol, que interpretaron con un integrante de Charly Papa;Sácame el jugo y De Caracas a Madrid, que cambió su letra por De Mérida a Madrid ocasionalmente.

Su cierre fue la célebre Latin lover, que hizo brincar enérgicamente a todos los presentes y algunos hasta cantaron sobre las sillas. Para ese momento, ya no había paraguas pues la lluvia abandonó finalmente la ciudad.

Poco después subió a la tarima Francisco Pacheco y su Pueblo, quienes trajeron calor a la noche con sus ritmos autóctonos y pasearon al público por las canciones más famosas que identifican la venezolanidad. Desde La Matica,El Cocuy, María Paleta, Quién ha visto negro como yo y No me digas más cuña'o.

Su despedida fue con su emblemático tema: Viva Venezuela, que puso a vibrar el amor patrio y concluyó con la gente gritando a una sola voz: Chávez vive, la lucha sigue.

A las 10:35 de la noche, la Orquesta Sinfónica de Venezuela empezó sus magistrales interpretaciones, premiadas por los aplausos de pie de un público merideño ávido de más música. Enseguida, el cantautor Roque Valero se subió a la tarima con su Creo en ti, bajo la música virtuosa de la Orquesta nominada al Grammy. Entre la gente, las luces de celulares abundaban para registrar el espectacular momento.

Creada hace 83 años, la Sinfónica de Venezuela de reencontró este domingo por todo lo alto con el público merideño, que no visitaba desde 1982.

Valero entonó entonces Donde yo nací, el tema oficial de FitVen, que el cantautor ha definido como una inyección de autoestima para que todos los venezolanos entiendan que nacieron en el mejor país del mundo. Elena Gil tomó luego el escenario para deleitar a la audiencia con su voz dulce, junto con la Orquesta.

A las 11:10 de la noche terminó la espera. El sonero del mundo, Óscar D' León, fue recibido por un público de pie que lo aplaudió con calidez y al que interpretó Mujer Merideña, con la impecable interpretación de la Sinfónica.

Y más de dos horas después del inicio del concierto, un público consecuente comenzó a bailar al ritmo de la salsa y El Parampampán. "Con este ritmo tan hermoso en Fitven se goza un puyero", cantó el gran Oscar, en un concierto que cerró de la mejor forma el evento vitrina del turismo en Venezuela. Mérida dijo adiós a FitVen y comienza la cuenta regresiva para su novena edición, en 2014, en el estado Barinas, corazón del llano venezolano.

AVN 27/10/2013 23:49