
En la victoria, como muchas otras ciudades aragueñas los abuelitos esperaban a que se hiciera la hora que abrieran las puertas de los bancos para poder cobrar su dinero. Muchos de ellos solo recibieron diario entre 50BS y 100BS en algunos casos solo en moneda.
Ante esta cruda realidad los respetables señores y señoras de la tercera edad dijeron sentirse engañados. Por que esperaban poder cobrar una mayor cantidad para poder adquirir tanto medicamentos o alimentos.