Precisó que al respirar por la nariz se estimula la producción de ácido nítrico, una sustancia que facilita la distribución y la absorción de oxígeno por los pulmones.
Por ende, si solamente se respira por la boca la persona consume “un aire más contaminado, no atemperado y seco”, lo que genera procesos como amigdalitis de repetición, resfriados frecuentes, u otitis.
A su vez, causa un mayor riesgo de padecer caries, así como inflamación de las encías, acompañado de graves deformaciones en los maxilares debido a la falta del sellado labial.
Castro Reino aconseja consultar con un profesional para determinar la causa e intentar solucionarlo.
“Cuando no se detecta una causa anatómica de obstrucción en vías nasales, determinados ejercicios de sellado labial, así como ejercicios de fortalecimiento de determinados músculos periorales, ayudan a restablecer la respiración fisiológica nasal”, recomendó el experto.