
El régimen militar liderado por Jorge Videla, que se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional”, desapareció a unas 30.000 personas de todas las edades y condiciones sociales, refiere la página web de este movimiento social.
En ese período, centenares de bebés fueron secuestrados con sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres embarazadas.
Centros de detención de la dictadura funcionaron como “maternidades clandestinas”, algunas con listas de matrimonios en “espera” de un nacimiento, eran arrebatados de sus progenitores durante el presidio.
Así, 500 hijos de desaparecidos fueron apropiados como “botín de guerra” por las fuerzas de represión.
Las madres y abuelas de desaparecidos emprendieron la ardua tarea de buscar a sus hijos y nietos con actividades detectivescas alternadas con visitas diarias a los juzgados de menores, orfanatos, oficinas públicas, a la vez que investigaban las adopciones de la época.
Hasta el 29 de diciembre de 2017, la organización encontró el nieto 127, cifra que aumentó considerablemente durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner en las últimas 2 décadas.
Las Abuelas siguen buscando a sus nietos, hoy adultos, pero también a sus bisnietos -que, como sus padres, ven violado su derecho a la identidad.